Por: Yasher Bolívar Pérez
Desde São Paulo, el delantero brasileño Raphinha, figura del FC Barcelona, criticó duramente a la FIFA por la sobrecarga del calendario que implica el nuevo formato del Mundial de Clubes. En declaraciones realizadas durante un evento publicitario, el futbolista expresó su inconformidad por tener que renunciar a sus vacaciones, señalando que los jugadores nunca fueron consultados: “Tenemos que ir y punto, porque acatamos órdenes”, dijo con contundencia.
El atacante denunció que la extensión del calendario impone sacrificios injustos a los futbolistas, quienes “ni siquiera tienen garantizadas tres semanas de descanso”, como ocurre actualmente con varios compañeros de la selección brasileña que, tras la final de Champions, han encadenado compromisos con la selección y el torneo intercontinental. “Renunciar a nuestras vacaciones por obligación es muy complicado porque es nuestro derecho”, subrayó.
Aunque su club, el Barcelona, no participa en esta edición del Mundial, Raphinha alertó sobre las consecuencias físicas y mentales que esta carga representa. Su llamado se suma a una creciente preocupación dentro del fútbol europeo por la sostenibilidad del calendario competitivo. La crítica directa del brasileño expone el debate de fondo: el poder de decisión de los jugadores frente a la creciente mercantilización del deporte de élite.