Por: Yasher Bolívar Pérez
En una final cargada de tensión y un nivel sobresaliente, Jannik Sinner volvió a coronarse maestro de las ATP Finals tras superar a Carlos Alcaraz en dos sets muy ajustados (7-6, 7-5) en Turín. El italiano, arropado por un público entregado, mostró una fortaleza imperturbable en los momentos clave, confirmando su dominio en pista rápida y revalidando un título que ya había conquistado sin ceder un solo set el año anterior.
Del otro lado, Alcaraz peleó con corazón y talento, incluso cuando sintió molestias en su pierna derecha y debió ser atendido por el fisioterapeuta. Lejos de venirse abajo, el español mantuvo su agresividad, subió a la red con valentía y buscó romper el ritmo de un Sinner que parecía impenetrable al saque. Al terminar el encuentro, Carlitos reconoció la superioridad momentánea del italiano, pero también dejó claro que volverá “más fuerte” el próximo año.
Más allá del resultado, la final volvió a demostrar por qué esta rivalidad es hoy una de las más apasionantes del tenis mundial. Dos jugadores jóvenes, potentes al resto, impecables bajo presión y capaces de convertir cada punto en un duelo estratégico. Sinner se lleva el trofeo, sí, pero el duelo deja una certeza: este enfrentamiento marcará al tenis moderno por muchos años.









