Por: Yasher Bolívar Pérez
Jannik Sinner, número uno del tenis mundial, vivió un curioso y entrañable encuentro con el Papa León XIV en el Vaticano, en medio de su participación en el Masters 1000 de Roma. Acompañado por sus padres y directivos del tenis italiano, el campeón italiano saludó al pontífice con humor: “Si quiere, jugamos un poco…”, a lo que León XIV respondió con una sonrisa: “¡Mejor aquí no, porque todo se rompe!”
El sumo pontífice, fan declarado del tenis desde sus años de misión en Perú, elogió a Sinner por su victoria reciente ante Francisco Cerúndolo, mientras el jugador celebró el interés del Papa por este deporte: “Tener un Papa que juega al tenis es algo bueno para nosotros”. Entre bromas, trofeos y referencias cruzadas al apellido “Sinner” (pecador, en inglés), la audiencia fue un guiño entre fe y raquetas.