Por: Yasher Bolívar Pérez
El defensor colombiano volvió a demostrar por qué su presencia es decisiva en cualquier equipo. A los 30 años, Yerry Mina marcó el camino del Cagliari con un gol en la primera mitad que abrió la senda de la victoria ante el Parma, firmando así los primeros tres puntos del club en la temporada italiana. Su tanto, fruto de su dominio en el juego aéreo, fue un golpe anímico que cambió la dinámica del partido en Cerdeña.
El encuentro tuvo dos caras: un Parma que intentó imponer condiciones con el sello de su joven técnico Carlos Cuesta, y un Cagliari que supo resistir y capitalizar sus oportunidades. En la segunda parte, el cuadro local sentenció con el gol de Mattia Felici al minuto 77, asegurando un triunfo que significa mucho más que una simple suma de puntos: es una declaración de intención en el arranque de la Serie A.
Mina, que viene de anotar también con la Selección Colombia, fue elegido el mejor jugador del partido, confirmando su liderazgo en defensa y su capacidad de aparecer en los momentos cruciales. Mientras Cagliari respira con optimismo y se instala en la zona media-alta de la tabla, el Parma sigue sin conocer la victoria y permanece en terreno de riesgo, obligado a reaccionar cuanto antes.