La Lonja de Propiedad Horizontal del Atlántico alertó que el aumento del salario mínimo del 23,7% para 2026, que llevará el ingreso básico a $2 millones con auxilio de transporte, podría tener un fuerte impacto en los costos de vivienda en propiedad horizontal.
El gremio reconoció la importancia de mejorar los ingresos de los trabajadores, pero advirtió que un incremento que supera la inflación y la productividad puede generar efectos no previstos en sectores que no cuentan con márgenes de rentabilidad ni apoyo estatal, como es el caso de los conjuntos residenciales y edificios.
Impacto en los contratos de servicios
Según un análisis económico de la Lonja:
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Vigilancia privada: aumentos estimados entre 18% y 25%.
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Aseo y conserjería: incrementos proyectados entre 15% y 22%.
Como resultado, las cuotas de administración podrían subir entre 12% y 20% en promedio durante 2026, dependiendo del nivel de dependencia de estos servicios.
“Más del 70% del valor de estos contratos corresponde a salarios, prestaciones y aportes a seguridad social, todos indexados al salario mínimo”, indicó la entidad.
Repercusiones para las familias
El aumento afectará directamente a los hogares de estratos medios y bajos, quienes verán reducido su ingreso disponible. Además, este ajuste se suma a otros incrementos en servicios públicos, impuestos y costos de vida.
La Lonja hizo un llamado al Gobierno Nacional para diseñar políticas públicas que otorguen alivios económicos a la propiedad horizontal, especialmente en estratos 1, 2 y 3, y propuso la creación de proyectos de ley que equilibren socialmente los efectos del aumento salarial.
“Cada decisión macroeconómica tiene efectos en la vida cotidiana de los ciudadanos. En este caso, el impacto llegará directamente a la vivienda, un gasto fijo y derecho fundamental para millones de familias”, concluyó la entidad.








