El dólar abrió la jornada de este viernes con una leve apreciación, en medio de un contexto marcado por el optimismo sobre el crecimiento económico global, mejores expectativas de ganancias corporativas y un mayor flujo de divisas propio de la temporada de fin de año.
La moneda estadounidense inició operaciones en $3.718, lo que representó un aumento de $11,06 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), fijada para la jornada en $3.706,94. Durante las primeras negociaciones, el dólar registró un precio mínimo de $3.711,12 y un máximo de $3.718, con cinco transacciones y un volumen negociado de US$2.750 millones.
El comportamiento del mercado se da en un escenario de mayor oferta de dólares en el país, impulsada por el aumento de viajeros y el ingreso de remesas en la temporada decembrina. En casas de cambio ubicadas en aeropuertos, la divisa se está comprando alrededor de $3.600 y vendiendo cerca de $3.800, reflejando un incremento del efectivo en circulación y una menor presión alcista en el mercado minorista.
Juan Pablo Vieira, CEO de JP Tactical Trading, explicó que el flujo de remesas de fin de año y la monetización del Gobierno han generado ventas de dólares en los últimos días, un comportamiento que, según dijo, está en línea con lo observado en otras monedas de la región.
“Las remesas son ingresos en dólares que, al convertirse a pesos, aumentan la oferta en el mercado cambiario. Cuando hay más dólares y la demanda no crece al mismo ritmo, el precio del dólar tiende a bajar”, señaló Vieira. Añadió que este efecto se intensifica por factores estructurales como el aumento de la migración, el componente estacional de fin de año y la conversión inmediata de divisas para cubrir gastos de consumo.
En el ámbito internacional, los mercados también se mantienen atentos al llamado “Rally de Santa Claus”. Según Bloomberg, los inversionistas confían en que este fenómeno —que suele darse en las últimas cinco sesiones bursátiles del año y las dos primeras del siguiente— impulse a las acciones a nuevos máximos, pese a las dudas sobre el entusiasmo por la inteligencia artificial y la trayectoria futura de las tasas de interés de la Reserva Federal.
En este contexto, analistas de Citi reiteraron una visión positiva sobre la renta variable estadounidense, al considerar que el entorno actual aún ofrece margen para un impulso adicional en las grandes compañías, especialmente aquellas vinculadas al desarrollo de inteligencia artificial.









