Hace dos días, el Gobierno firmó el decreto en el que se nombra a Farfán en esta capacidad para que participe en las conversaciones de paz con el Estado Mayor Central de las Farc, un grupo disidente de esta organización hoy liderado por ‘Iván Mordisco’, que no se desmovilizó tras los acuerdos de paz del 2016.
De acuerdo con fuentes consultadas por este diario, tanto en el Congreso como entre funcionarios y exfuncionarios, su nombramiento es otra «salida en falso» del Gobierno, en el marco de lo que se conoce como la ‘Paz Total’ que busca el actual gobierno de izquierda.
Farfán, de hecho, es un nombre que causa ampolla en EE. UU. pues es recordado como el «carcelero» de las Farc. Estuvo a cargo de la seguridad de los tres estadounidenses que fueron secuestrados por esta organización guerrillera en el 2003 y que mantuvo retenidos en las peores condiciones por más de 5 años hasta que fueron liberados en la famosa operación Jaque, en julio del 2008.
Como se recuerda, ‘Gafas’ fue arrestado en el marco de la operación junto a alias César, otro de los integrantes del grupo que se encargaba de la custodia de los secuestrados.
Poco después, EE. UU. lo pidió en extradición para que respondiera ante la justicia de este país por el secuestro de los tres estadounidenses. Sin embargo, la Corte Suprema se opuso a su envío alegando que los crímenes de ‘Gafas’, es decir, el secuestro, habían sucedido en Colombia y, por lo tanto, debía enfrentar a la justicia nacional.
‘Cesar’, por el contrario, terminó extraditado, pues EE. UU. además le elevó cargos por narcotráfico que, según la Corte, sí correspondían en la jurisdicción estadounidense. Aunque el secuestro no fue utilizado en el proceso en su contra, finalmente fue condenado a 27 años de cárcel.
Pero la decisión de no extraditar a ‘Gafas’ causó grandes tensiones con Washington. Sobre todo porque la Corte, al negarla, cambió el concepto que había utilizado al autorizar el envío de alias Simón Trinidad, otro líder del grupo que fue juzgado por el secuestro de los mismos estadounidenses y condenado a 60 años de cárcel en una prisión de máxima seguridad donde aún permanece.
Según las fuentes, el proceso contra ‘Gafas’ en EE. UU. sigue vigente y es aún un irritante, dado el trato que la organización dio a los estadounidenses y que luego ellos mismos narraron tras su liberación.
«La justicia de EE. UU. no olvida a ‘Gafas’ «, le dijo a este diario una fuente conocedora del proceso.
Marc Gonzálves, uno de los secuestrados de las Farc, describió a Farfán como «lo peor de la humanidad, un cruel terrorista que gozaba con nuestro sufrimiento».
La decisión de Petro de también nombrar al exparamilitar Salvatore Mancuso como “gestor de paz” causó indignación en el Congreso de EE. UU., donde el senador republicano Marco Rubio lo catalogó como una burla frente a sus innumerables víctimas. El caso de ‘Gafas’, que también ya circula en el Capitolio, está provocando reacciones similares.
Nombrar a ‘Gafas’, Mancuso y otros como gestores de la paz hace que el proceso (de paz total) sea visto como una mofa. O mejor, deja claro que en realidad no existe tal proceso, le dijo a este diario un exdiplomático de este país.
El tema es delicado, pues el Congreso, que reinició su actividad legislativa esta semana, está por aprobar la nueva ayuda para el país para el año 2024. Pero en la Cámara de Representantes, que es controlada por los republicanos, se eliminó la asistencia para el país, precisamente por las dudas que existen frente a las decisiones que viene tomando el gobierno Petro.