El alarmante aumento en el número de víctimas relacionadas con el vapeo ha generado gran preocupación en el país. Según diagnósticos clínicos, se han registrado un total de 249 casos de enfermedades vinculadas al uso de vapeadores en los últimos dos años, un incremento que ha encendido las alarmas en la comunidad médica.
Los cigarrillos electrónicos, también conocidos como sistemas electrónicos de administración de nicotina (ENDS) y sistemas similares sin nicotina (SSWN), han experimentado un crecimiento significativo en su popularidad en las últimas décadas, sobre todo entre la población más joven. Estos productos han sido ampliamente comercializados y consumidos, siendo especialmente populares entre las personas menores de 30 años. Esta tendencia ha despertado una creciente preocupación acerca de su impacto en la salud pública y la necesidad de abordar este problema de manera efectiva.
Pese a su auge comercial, aún la ciencia desconoce con amplios detalles cómo los cigarrillos electrónicos pueden afectar la salud humana. Y aunque varios expertos se han manifestado abiertamente en contra de los riesgos potenciales asociados con productos químicos contenidos en estos dispositivos, algunos de los cuales se consideran tóxicos y cancerígenos, no fue hasta 2020 que se incluyó en la Clasificación Internacional de Enfermedades, para referirse a las enfermedades asociadas al vapeo.
Se recopilaron microdatos de la Encuesta Nacional sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas (ENCSP) de 2019 y del Sistema de Información de Prestaciones de Salud (RIPS), que incluyen factores como sexo, edad y condición final (vivos o fallecidos), entre enero de 2020 y julio de 2022.
Al analizar los datos del ENCSP, la publicación encontró varios datos importantes:
- La prevalencia del uso de cigarrillos electrónicos fue del 4,37 por ciento. El uso de estos dispositivos deja ya 59 muertes y 249 casos de la enfermedad que causan los vapeadores en un periodo de años.
- El consumo habitual de cigarrillos electrónicos en el país se concentró principalmente en Bogotá, Caldas, Antioquia, Valle del Cauca y Boyacá, que reúnen el 60,1 por ciento de los usuarios.
- Al estratificar el consumo de marihuana con el tabaquismo, se encontró que el 26,4 por ciento de los fumadores de cigarrillos menores o iguales a 45 años consumían marihuana regularmente.
- En el grupo de mayores de 45 años, la proporción de fumadores de cigarrillos y marihuana fue del 10 por ciento.
- En la relación entre el uso de vapeo y análisis de cigarrillos, se encontró que, en el grupo menor o igual a 45 años, el 76,8 por ciento de los vapeadores también eran fumadores de cigarrillos.
- A su vez, se encontró que el 95,0 por ciento de las personas mayores de 45 años eran vapeadores y fumadores de cigarrillos.
- Un total de 42,2 por ciento de los vapeadores menores o iguales de 45 años consumían marihuana habitualmente. Esta proporción descendió al 27,33 por ciento en el grupo de mayores de 45 años.
Las lesiones pulmonares asociadas al uso de cigarrillos electrónicos o vapeo son una realidad que representa un riesgo para la salud en Colombia, sostiene la publicación. En ese sentido, se encontró que la prevalencia del consumo de cigarrillos electrónicos fue del 4,37 por ciento.
Informes recientes han demostrado que el 7,3 por ciento de las personas han usado cigarrillos electrónicos o narguiles en algún momento de sus vidas, y los adultos jóvenes tienen las tasas más altas de experimentación con los cigarrillos electrónicos.
Además, los departamentos con mayor consumo de tabaco coincidieron con aquellos con mayores tasas de casos de enfermedades relacionadas con el vapeo. Además, se pudo determinar un mayor riesgo de consumo de cigarrillos electrónicos en hombres menores de 45 años que también consumían habitualmente cigarrillos o marihuana. Este hallazgo es consistente con lo reportado en la literatura, que documentó un mayor consumo en la población adulta joven.