La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) imputó por primera vez a un excomandante del Ejército colombiano, al acusar al general retirado Mario Montoya, junto a otros 8 militares, de 130 ejecuciones extrajudiciales de jóvenes inocentes, escándalo conocido en el país como «falsos positivos».
La JEP, el tribunal ad hoc creado por el acuerdo de paz con las FARC, imputó a Montoya por «asesinatos y desapariciones forzadas ilegítimamente presentados como bajas en combate por agentes del Estado» entre 2002 y 2003 en el oriente del departamento de Antioquia, cuando era comandante de la Cuarta Brigada del Ejército.
Esta determinación se da dentro del subcaso en el departamento Antioquia (noroeste), una de las seis zonas priorizadas en el Caso 03, el de los llamados «falsos positivos», explicó la magistrada de reconocimiento de verdad de la JEP, Catalina Díaz, que añadió que se sigue investigando otros casos donde también podría tener responsabilidad.