El secuestro del padre de Luis Díaz, jugador de la selección Colombia y el Liverpool, a manos del ELN, ha desencadenado una reacción de indignación y repudio en la opinión pública y entre los expertos en temas de paz y seguridad. Juan Camilo Restrepo, excomisionado de paz y negociador de procesos de paz en Colombia, expresó su firme condena ante este acto de violencia y lo calificó como un hecho «muy grave, repudiable y censurable».
Restrepo subrayó que este secuestro es particularmente grave debido a la naturaleza de la guerrilla del ELN, con la que se han intentado establecer procesos de paz en el pasado. Además, destacó que el secuestro estaba prohibido en los protocolos acordados en el marco del cese al fuego con el ELN.
«El secuestro está prohibido rotundamente por el Derecho Internacional Humanitario, de manera que el ELN ha quedado sin ninguna autoridad en este proceso», enfatizó Restrepo.
Sobre el impacto de este secuestro en los diálogos de paz con el ELN, Restrepo advirtió que complica seriamente la situación. Afirmó que el secuestro del padre de Luis Díaz es una afrenta a la familia del reconocido futbolista colombiano y a todos los colombianos que aprecian a su familia.
En palabras de Restrepo, el ELN ha cometido una «torpeza» que pone en riesgo el proceso de paz, y existe una desconexión entre los negociadores del ELN y los frentes guerrilleros que continúan perpetrando crímenes como el secuestro.
Respecto a los próximos pasos en el proceso de paz entre el Gobierno y el ELN, Restrepo señaló que este es un momento de crisis y delicado. Declaró que corresponde al presidente de la República, Gustavo Petro, y sus delegados en la mesa de negociación con el ELN tomar decisiones con respecto al futuro del diálogo, incluida la posibilidad de suspenderlo o finalizarlo.
En cuanto a la suspensión del cese al fuego entre el Gobierno y el ELN, que comenzó el 3 de agosto y tiene una duración prevista de 180 días, Restrepo indicó que se deben esperar las decisiones que tome el presidente Gustavo Petro. La comunidad y los actores involucrados en el proceso de paz estarán atentos a las medidas que se adopten en respuesta a este grave acontecimiento.