El sorprende hallazgo de un hombre muerto de 111 puñaladas identificado como Salvador Peña, en el barrio Timanco, en Neiva puso a las autoridades policiales en alerta.
Según un informe de la Fiscalía General de la República, el hijo de la víctima de nombre Wilson Javier Peña Camayo, contrató a dos menores de edad para que dieran muerte a su propio padre tras enterarse que el mismo mantenía relaciones sexuales con su pareja sentimental.

Los menores 16 y 17 años de edad, fueron capturados y cobijados con medida de internamiento por un juez de infancia y adolescencia con función de control de garantías; al parecer habrían recibido un millón de pesos para cometer el crimen.
Los implicados al parecer llegaron a la residencia donde la víctima dormía en un sofá y lo atacaron con arma cortopunzante, hechos en los que al parecer también participó el hijo del occiso.
Un día después de los hechos los menores infractores regresaron a la residencia y, supuestamente, envolvieron el cuerpo en estado de descomposición en sábanas. Uno de ellos lo trasladó al corregimiento del El Caguán, en Neiva, donde lo habría arrojado a una quebrada, mientras que el otro se quedó en la casa limpiando las evidencias.
De acuerdo con las investigaciones que procesa la Fiscalía, el padre ya habían tenido problemas con su hijo y sostenían siempre inconvenientes por temas de dinero.