El especialista en seguridad Arturo García, a través del Sistema Civil de Alertas Tempranas, reveló un informe que muestra una disminución del 40,2 % en las muertes violentas registradas durante octubre de 2025 en el departamento del Atlántico. Este mes cerró con 53 homicidios, frente a los 86 reportados en octubre de 2024, consolidando el nivel más bajo desde 2020.
El análisis, basado en 232 titulares judiciales de medios locales, señala que la caída coincide con acciones de la Fuerza Pública y acercamientos entre grupos armados como Los Costeños y Los Pepes. Sin embargo, el estudio advierte que no todos los casos figuran en reportes oficiales, citando los asesinatos de dos adolescentes en Soledad.
Distribución por municipios
Barranquilla concentró gran parte de los casos:
Localidad Metropolitana: 12 muertes (Malvinas, Carrizal, 7 de Abril, Sierrita).
Suroccidente: 7 homicidios, incluyendo una triple en Pinar del Río (Juan Mina).
Suroriente: 3 muertes, con señales de “disciplina” entre bandas en tregua.
Riomar: 2 casos.
Norte Centro Histórico: 0 homicidios, un hecho sin precedentes.
En Soledad se contabilizaron 15 muertes violentas, y otros municipios como Malambo, Puerto Colombia, Baranoa, Juan de Acosta y Sabanalarga sumaron casos aislados.
Modalidad y perfil de las víctimas
Del total, 35 homicidios fueron por sicariato, seguidos por hechos de intolerancia (4), feminicidio (1), tortura (1) y otros casos con arma de fuego en vía pública (6). Las principales víctimas fueron jóvenes entre 14 y 28 años y trabajadores informales como mototaxistas y cobradores.
Capturas y nuevos actores
Durante octubre se reportaron 137 capturas, 50 de ellas ligadas directamente a Costeños, Pepes y Pachencas. Las autoridades también destacaron una reducción en extorsiones y hurtos violentos, aunque el informe advierte sobre nuevas estructuras delictivas que buscan ocupar territorios y rentas.
El Sistema Civil de Alertas concluyó que la tendencia a la baja “abre un camino hacia la reconciliación y la verdad”, pero que el diálogo entre bandas y las acciones institucionales deben mantenerse firmes “para evitar una nueva ola de violencia en el Atlántico”.







