Según señalan evidencias en poder de la Fiscalía General de la Nación, el asesinato y posterior desmembramiento de Angelo Aldair Cerra Jaimes, el hombre cuyos restos aparecieron esparcidos en tres barrios de Barranquilla entre el 4 y 5 de junio, hecho que generó terror en la ciudad, habría sido ordenado desde la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, Boyacá, por el encarcelado Ober Ricardo Martínez Gutiérrez, alias el Negro Ober, cabecilla de la estructura criminal “Los Rastrojos Costeños”.
Señalan las autoridades, que el Negro Ober, a través de una videollamada, según confirmaron las autoridades.
“La orden que dio el ‘negro ober’ y ‘07’ fue que tenían que desmembrar el cuerpo y que si no tenían, palabras textuales de acuerdo a la evidencia, huevos para desmembrarlo, tenían que buscar a alguien que lo hiciera y fue así como buscaron a Juanchito Absalón, otro presunto integrante de esta banda criminal”, relató el Fiscal 11 especializado.
Durante el desarrollo de la audiencia, se reveló que el homicidio de Angelo Aldair Cerra Jaimes, ocurrió al interior de un hotel ubicado cerca del Estadio Metropolitano, el cual sería lugar de encuentro de miembros de los ‘Rastrojos Costeños’.
Angelo Cerra habría sido torturado con una manguera introducida por su boca, golpeado, apuñalado y posteriormente desmembrado.
Toda esa macabea práctica se habría cometido mientras el ‘Negro Ober’, preso en Cómbita, y alias ’07’, preso en la Cárcel Modelo de Barranquilla, observaban a través de videollamadas.
“Usted Absalón a las 12 a 3 de la tarde empezaron a desmembrar por partes a Angelo Aldair Cerra. Y que usted filmó un video con su celular, video que usted envió a uno de los integrantes de la banda criminal y que fue entregado a la Fiscalía donde se aprecia la forma brutal en el que usted filmaba”, relató el fiscal durante la audiencia de imputación, en contra de Absalón David Noriega Vizcaíno, alias ‘El Barba’, unico capturado por estos hechos y a quien la Fiscalía le imputó cargos por homicidio agravado, hurto calificado agravado, tortura y secuestro simple, delitos en los que no aceptó su responsabilidad.