En el barrio Los Girasoles, al sur de Barranquilla, la tranquilidad de la noche fue interrumpida por una ráfaga de disparos que dejó dos hombres muertos y uno gravemente herido. Eran las 11:30 p.m. del martes cuando la violencia volvió a marcar con sangre las calles de la localidad Metropolitana.
Tres hombres conversaban bajo una luminaria en la calle 49 con carrera 8B Sur, sin saber que la muerte se acercaba a bordo de una motocicleta NKD de color negro. El parrillero desenfundó un arma y disparó sin mediar palabra, según el reporte preliminar de la Policía Metropolitana.
Las víctimas no lograron huir. Jhon Freiler Jiménez Perdomo, de apenas 19 años, fue impactado tres veces. Murió poco después en el Camino Ciudadela 20 de Julio. Jordan Yesid Guerrero Duarte, de 28 años, fue alcanzado por dos balas y falleció en el Camino Metropolitano de Santa María.
Anderson Aguirre Beltrán, de 33 años, fue el único sobreviviente, aunque con heridas de gravedad: una bala le perforó el pecho y otras dos lo alcanzaron en un brazo y la mano. Permanece internado en la Clínica Los Almendros, donde lucha por su vida.
La Sijín y la Sipol asumieron el caso, que ya se suma a la larga lista de homicidios perpetrados con el mismo patrón en distintos puntos del área metropolitana: sicarios en moto, víctimas conversando en la calle y un silencio que pesa más que las balas.
Las autoridades no han revelado aún móviles concretos ni si las víctimas tenían antecedentes. La comunidad, por su parte, pide más vigilancia, mientras lidia con el miedo instalado en cada rincón.