Los rostros que ahora encabezan el más reciente cartel de los más buscados en el Atlántico no son solo retratos pixelados en una imagen difundida por redes sociales. Son, según la Policía del Atlántico, los principales responsables de una cadena de crímenes que han sembrado miedo en varios municipios del departamento.
Con órdenes de captura vigentes por homicidio y homicidio agravado, estos individuos son considerados de alta peligrosidad y están relacionados con estructuras criminales como Los Costeños y el Clan del Golfo, dos organizaciones que compiten violentamente por el control de territorios y economías ilegales en la región.
Ellos son:
David José González Navarro: Tiene cuentas pendientes con la justicia por un asesinato ocurrido en Sabanagrande en marzo de 2025. Es señalado como presunto miembro de “Los Costeños”, y estaría involucrado en actividades de sicariato y microtráfico.
Erick Junior Lascano Dita: Con orden de captura por homicidio agravado, se le relaciona con hechos violentos ocurridos el 25 de diciembre de 2024 en Sabanalarga. La fecha del crimen no pasó desapercibida para la comunidad: un asesinato en plena Navidad.
Joshuar Jesid De la Hoz Barrera: Otro nombre que se repite en las investigaciones de Sabanagrande. Se le acusa de un homicidio ocurrido el 18 de marzo de 2025 y, como González, sería parte activa de Los Costeños.
Yesid Antonio Isidro Díaz: Su nombre va ligado a una estructura aún más peligrosa: el Clan del Golfo, específicamente la Subestructura Nicolás Antonio Urango Reyes. Operaba como presunto jefe criminal en la zona costera del Atlántico, con vínculos en tráfico de drogas y crímenes selectivos.
Un llamado urgente a la comunidad
La Policía del Atlántico no solo ha publicado este cartel como una medida preventiva, sino también como una herramienta de colaboración ciudadana. Se han dispuesto los números 3202974789 y 3203035330, además del correo [email protected], para recibir cualquier información que permita dar con el paradero de estos hombres. La confidencialidad está garantizada.
Este cartel no es solo una lista de fugitivos. Es también un reflejo de los retos de seguridad que enfrentan los municipios del Atlántico y de la urgente necesidad de romper el silencio frente a quienes operan al margen de la ley. Porque mientras estos rostros sigan libres, el riesgo sigue latente.