El partido entre Junior y Atlético Bucaramanga, disputado el pasado lunes 18 de agosto en el estadio Metropolitano de Barranquilla, terminó con un grave saldo de violencia. Riñas entre hinchas dejaron varios heridos, entre ellos tres seguidores del equipo visitante y tres policías lesionados en medio de los disturbios.
Uno de los casos más preocupantes es el de Jonathan Daniel Castellanos Rojas, un empresario bumangués de 30 años que permanece en estado crítico tras recibir 10 puñaladas. Según relató su madre, Linda Marisol Rojas, el joven viajó a Barranquilla por negocios y aprovechó para asistir al encuentro deportivo en compañía de un amigo y su esposa.
La mujer denunció en redes sociales que su hijo fue atacado a las afueras del estadio por integrantes de la barra brava del Junior, sin que mediara provocación. “Lo golpearon salvajemente y le propinaron 10 puñaladas, dejándolo en estado crítico”, escribió. También exigió justicia y pidió a las autoridades capturar a los responsables y reforzar las medidas de seguridad en los escenarios deportivos.
De acuerdo con familiares y amigos, Jonathan no tiene ningún vínculo con las barras bravas. Dirige junto a su padre una empresa de autopartes en Bucaramanga dedicada al comercio internacional. “Es educado, juicioso, trabajador, no es un muchacho de peleas ni de tomar”, señaló su madre en declaraciones recogidas por medios nacionales.
La Policía Metropolitana de Barranquilla confirmó que se adelantan investigaciones para dar con los responsables del ataque y anunció medidas para reforzar la seguridad en futuros encuentros futbolísticos.