La Penitenciaría de El Bosque, en Barranquilla, volvió a estar en el centro de la atención pública tras un intento de amotinamiento ocurrido el viernes 8 de agosto. La situación se presentó en el patio social, donde al menos 110 internos, presuntamente vinculados a la estructura criminal ‘los Costeños’, se opusieron a un operativo de registro y control adelantado por el Inpec.
Según autoridades, los reclusos incendiaron colchonetas para impedir el ingreso de la guardia. El humo y las detonaciones generaron pánico en el sector, obligando a la intervención de la Policía Metropolitana y del Cuerpo de Bomberos. Seis internos fueron trasladados a centros asistenciales por inhalación de humo.
La Procuraduría solicitó un informe a la dirección del penal y alertó sobre “situaciones críticas” de hacinamiento e infraestructura. El centro carcelario, con capacidad para 640 personas, alberga actualmente 1.487, lo que representa un hacinamiento del 232 %, de acuerdo con datos de la Personería Distrital.
Organizaciones de la sociedad civil han propuesto la creación de un comité regional permanente para articular acciones entre las autoridades penitenciarias, policiales, judiciales y entes de control, con el fin de enfrentar la crisis estructural del sistema carcelario en la ciudad.
Familiares de internos llegaron a las afueras de la cárcel en busca de información y denunciaron deficiencias en la alimentación y restricciones para el ingreso de artículos personales. Algunos recordaron el incendio ocurrido en la Cárcel Modelo en 2014, que dejó 17 muertos, como un antecedente que temen se repita.