La noche del viernes falleció en el Camino Adelita de Char Dorian Stiven Briles Cerpa, de 22 años, quien había resultado gravemente herido en un atentado a bala ocurrido en el restaurante El Bendecido, ubicado en la diagonal 78 con transversal 21B, en el barrio La Manga, suroccidente de Barranquilla.
Briles Cerpa recibió cuatro impactos de bala mientras compraba comida en compañía de su pareja y su hija de 3 años. De acuerdo con la información preliminar, el ataque no estaba dirigido contra él, sino contra el propietario del establecimiento, Miguel Tordecilla Díaz, quien murió en el lugar.
El hecho quedó registrado en cámaras de seguridad.
Los padres de Dorian Stiven señalaron que su hijo “estaba en el lugar equivocado”. Relataron que la familia se detuvo en el restaurante para comprar alimentos cuando el sicario abrió fuego contra Tordecilla. Al escuchar los disparos, el joven intentó proteger a su hija y a su pareja, pero el agresor también le disparó.
La madre explicó que su hijo frecuentaba el establecimiento por los precios económicos y porque el dueño era conocido en la zona. Aseguró que todo ocurrió en cuestión de segundos y que el sicario pudo haber actuado a la defensiva al verlo correr, interpretando que podría atacarlo.
Dorian fue trasladado inicialmente al Camino La Manga y luego remitido al Camino Adelita de Char, donde finalmente murió debido a la gravedad de las heridas.
El joven no tenía un empleo formal y se dedicaba al mototaxismo y a la venta de zapatos por encargo. Sus padres pidieron a las autoridades esclarecer el caso y evitar que su muerte quede en la impunidad.








