“Este es el segundo asalto a la oficina”: periodista José Gómez Daza
En la madrugada del lunes 7 de julio, la oscuridad no solo cubrió a Barranquilla: también intentó acallar una voz. La oficina del periodista José Gómez Daza, director de Las Noticias de Telecaribe, fue nuevamente blanco de un robo tan quirúrgico como inquietante. No fue un saqueo más: fue un mensaje entre líneas.
El edificio Lusaley, al norte de la ciudad, despertó con la noticia de que desconocidos habían irrumpido, no para llevar objetos de valor general, sino para apuntar a un blanco específico: la sala de redacción del periodista. Un computador Apple, una planta eléctrica, y —el detalle más preocupante— el DVR oculto del sistema de cámaras de seguridad. La misma caja negra que habría registrado cada paso de los intrusos.
“No se llevan el distractivo, se llevan el verdadero”, explicó Gómez Daza a medios locales. La precisión del robo, el hecho de que las otras oficinas permanecieran intactas, y que los ladrones hallaran el equipo escondido, configuran un patrón que el periodista no duda en interpretar: esto no fue un robo común.
Es la segunda vez que su oficina es asaltada. En ambas ocasiones, el objetivo ha sido él. No se trata de pérdidas millonarias, sino de algo más valioso: información. Y eso, en el periodismo colombiano, suele tener consecuencias. “Que pretendan, de alguna u otra forma, silenciarnos… solo eso”, dijo, sin dejar espacio a la duda.
El periodista se mantiene firme. “Nuestro trabajo lo vamos a seguir haciendo tal como lo venimos haciendo. Con independencia, comprometidos siempre con la verdad”. Sus palabras, en un país donde ejercer el periodismo puede ser un acto de valentía, suenan tanto a resistencia como a advertencia.
Las autoridades, por ahora, investigan si el ingreso fue el sábado o el lunes. El noticiero no funciona durante los fines de semana, lo que pudo facilitar el ingreso sin levantar sospechas inmediatas. Dos empleados estuvieron en el lugar el sábado hasta las 3:00 p.m. Todo parecía en orden.
Mientras tanto, el panorama para la prensa sigue siendo incierto. La misma noche del sábado, en San José del Guaviare, el periodista Gustavo Chica, director de Guaviare Estéreo, fue víctima de un atentado armado. Él y su esposa sobrevivieron. El Grupo Prisa responsabilizó a un grupo ilegal vinculado a las antiguas AUC.
Colombia sigue siendo un país donde contar la verdad puede costar caro. Y donde, a veces, los ladrones no buscan oro, sino silencio.