Mientras en Bogotá se habla de un acuerdo entre las bandas criminales ‘Los Pepes’ y ‘Los Costeños’, la realidad en Barranquilla y el departamento del Atlántico es completamente distinta.
Enfrentamientos armados, homicidios, ataques a comercios y panfletos intimidantes evidencian que la guerra por el control de las rentas del narcotráfico y la extorsión continúa activa, generando un clima de zozobra entre los ciudadanos.
Esta semana, en barrios del suroriente de Barranquilla como Galán, Las Dunas y San Nicolás, circulan panfletos amenazantes atribuidos a ambos grupos. Los documentos surgieron tras recientes hechos violentos: el pasado viernes un hombre fue asesinado y otros dos resultaron heridos en el establecimiento ‘La Caleta de El Chontaduro’, mientras que el lunes festivo Dilan Herrera fue ultimado a pocos metros de allí, en un lugar identificado como ‘La Caleta de La Cookie’. Ambos homicidios fueron adjudicados a ‘Los Pepes’, quienes declararon objetivo militar a quienes trabajan bajo alias ‘Hippie’, líder de ‘Los Costeños’.
La tensión se extiende a otros municipios del Atlántico. En Sabanagrande, varios comercios fueron atacados a tiros presuntamente por no pagar extorsiones, mientras circula un panfleto firmado por ‘Los Costeños’ amenazando a comerciantes y colaboradores de ‘Los Pepes’, advirtiendo que la guerra no tiene fin y que no se responsabilizan por víctimas inocentes.
Expertos en seguridad señalan que la aparente tregua solo existe entre los líderes de las bandas, mientras en las calles los miembros de ambas estructuras continúan delinquiendo con total impunidad. La situación mantiene en alerta a las autoridades y genera preocupación por la escalada de violencia en Barra