Eran las 10:30 p. m. cuando el silencio fue interrumpido por el sonido de unos golpes secos en una puerta. Al interior de la vivienda ubicada en la carrera 85 con calle 109A,
Wilfrido José Diago Soto, de 34 años, se levantó sin saber que la muerte lo esperaba al otro lado.
Según relataron testigos y vecinos a las autoridades, dos hombres armados llegaron hasta la puerta de la casa. No llamaron por su nombre. No preguntaron si estaba. Solo tocaron.
Wilfrido, quizás con la tranquilidad de quien ha regresado al hogar, abrió. Pero apenas giró el picaporte,
los desconocidos desataron una ráfaga de disparos sin mediar palabra.
Doce impactos de bala acabaron con su vida en segundos. Luego, los atacantes escaparon bajo la oscuridad de la noche, sin dejar rastro.
Un pasado marcado por la violencia
El nombre de Wilfrido Diago no era ajeno a las autoridades. Según información confirmada por la Policía,
en el año 2015 sobrevivió a dos atentados, aunque nunca se esclarecieron públicamente los móviles de esos ataques. Desde entonces, su vida tomó otros rumbos.
Familiares contaron que Wilfrido había estado trabajando en una pescadería en el municipio de
Manaure, La Guajira, donde permaneció durante un tiempo alejado de Barranquilla. Su regreso fue reciente. Volvió quizás buscando la calma del hogar, pero
el pasado lo alcanzó con brutalidad.
¿Quién era Wilfrido?
En el vecindario lo recuerdan como alguien tranquilo, reservado. No se metía con nadie, decían. La comunidad del barrio Las Flores, donde los crímenes de este tipo no son frecuentes, quedó conmocionada. “Esa casa siempre estaba cerrada, él apenas estaba volviendo”, comentó una vecina que prefirió no dar su nombre.
Investigación en curso
La Policía Metropolitana activó el protocolo de homicidios e inició la recolección de cámaras de seguridad en la zona para intentar identificar a los responsables. Aunque no se ha confirmado el móvil del asesinato,
la precisión y contundencia del ataque sugiere un caso de sicariato.
Este caso eleva la tensión en la localidad Riomar, que en los últimos meses había registrado un aumento en delitos asociados al microtráfico y ajuste de cuentas. Las autoridades no descartan que el crimen esté relacionado con viejas disputas que Wilfrido habría intentado dejar atrás.
Wilfrido José Diago Soto fue sepultado esta mañana. Su familia aún no encuentra consuelo. Solo preguntas, y un portazo sin respuesta.