Barranquilla y Soledad vivieron este lunes una de las jornadas más violentas del año, con un saldo preliminar de 14 personas muertas y dos casos de autolesiones en distintos puntos de ambas ciudades. Los hechos, que aún son materia de investigación por parte de las autoridades, han encendido las alarmas entre la ciudadanía, que exige respuestas urgentes ante el aumento desmedido de la violencia.Los hechos ocurrieron en múltiples barrios:
Barrio Los Olivos: 1 víctima
Barrio Surdis: 1 víctima
Barrio El Bosque: 2 víctimas
Puente de la Murillo: 1 víctima
Barrio Los Girasoles: 2 víctimas
Barrio Las Cayenas: 1 víctima
Portal de Soledad: 1 víctima
Barrio El Pueblito: 1 víctima
Barrio Villate: 1 persona calcinada en incendio
Frente al estadio Metropolitano: 1 víctima
Además, se reportaron dos casos de autolesión que mantienen bajo observación a las personas involucradas:
Barrio Cabica
Barrio Los Trupillos
La comunidad alza la voz: “Necesitamos soluciones inmediatas”
Vecinos, líderes barriales y ciudadanos de a pie coinciden en una sola exigencia: acciones concretas y urgentes por parte de las autoridades. “No podemos seguir normalizando la violencia. Necesitamos presencia policial, programas sociales y oportunidades reales para nuestros jóvenes”, manifestó un vocero comunitario del barrio El Bosque, una de las zonas más golpeadas durante la jornada.Los habitantes también hicieron un llamado directo al alcalde y a la Policía Metropolitana para que refuercen las estrategias de prevención y seguridad, especialmente en los barrios más vulnerables y donde la criminalidad ha tomado fuerza en los últimos meses.
Llamado a la salud mental y apoyo emocional
Frente a los casos de autolesión reportados, líderes sociales instan a la comunidad a estar alerta ante posibles signos de depresión, ansiedad o violencia intrafamiliar. “Si usted o alguien que conoce está atravesando una situación difícil, busque ayuda profesional o comuníquese con organizaciones que brindan apoyo psicológico y emocional”
, recalcaron.Esta trágica jornada pone en evidencia una crisis de seguridad y salud mental que no puede seguir siendo ignorada. Barranquilla y Soledad claman por paz, justicia y protección.