El proyecto fue radicado por la senadora Karina Espinosa, quien plantea que la infidelidad podría ser un tema de salud pública.
La Senadora Karina Espinosa radicó el Proyecto de Ley N°308: “Por medio de la cual se reforma la Ley 115 de 1994, para educar en valores, principios, innovación, emprendimiento y educación económica, financiera y aritmética de negocios y se otorga un papel preponderante a los docentes y los padres de familia en el modelo educativo – Ley Cero Cacho”. Busca modificar el modelo educativo con el fin de convertir las Instituciones Educativas en el epicentro de la transformación social.
La senadora describe que se entenderá como ‘cachos’ a “toda conducta nociva, penosa, inmoral, perjudicial, incorrecta, cruel, que una persona comete hacia otra, que amenaza la institución familiar y que puede afectar la salud física o mental de una o varias personas y deteriora el tejido social”.
La propuesta ha recibido varias críticas y algunos se preguntan cómo se puede delimitar el tema y de qué manera puede entrar el Estado a intervenir en temas de moralidad y asuntos de pareja.
Un profundo debate ha despertado en el país la ‘Ley Cero Cachos’ que recientemente fue aprobada en el Congreso, pues mientras para muchos debería ser un delito la infidelidad, otros aseguran que esta reforma es una pérdida de tiempo.
Una de las opiniones que llamó la atención fue la de la reconocida investigadora y columnista, Sandra Borda, quien se pronunció luego de conocer las motivaciones personales de la congresista que impulsó la ley.