Un ataque a gran escala lanzado por Rusia contra Kiev elevó de forma significativa la tensión en el conflicto con Ucrania, a pocas horas del encuentro previsto entre el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el exmandatario estadounidense Donald Trump, en medio de gestiones diplomáticas para buscar una salida a la guerra.
De acuerdo con las autoridades ucranianas, la ofensiva se extendió durante varias horas y obligó a mantener activa la alerta antiaérea durante gran parte de la noche. Periodistas de la AFP reportaron fuertes explosiones en distintos sectores de la capital. La Fuerza Aérea de Ucrania informó que Rusia lanzó 519 drones y 40 misiles, de los cuales 474 drones y 29 misiles fueron interceptados antes de impactar sus objetivos.
Uno de los proyectiles alcanzó un edificio residencial, provocando un incendio que dejó una persona muerta y al menos 28 heridas, según confirmó el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko. Posteriormente, las autoridades reportaron una segunda víctima mortal en un área periférica de la ciudad. La primera ministra, Yulia Sviridenko, indicó que cerca de 600.000 hogares quedaron sin suministro eléctrico, en pleno invierno.
El ataque se produjo en la antesala del encuentro entre Zelenski y Trump, programado para este domingo en Florida, donde ambos discutirán el plan impulsado por Washington para intentar poner fin al conflicto, que en febrero cumplirá cuatro años desde el inicio de la invasión rusa a gran escala.
Antes de viajar a Estados Unidos, Zelenski afirmó que la ofensiva demuestra que Moscú “no tiene intención de terminar la guerra” y que busca aumentar la presión sobre Ucrania en un momento decisivo del proceso diplomático. “El Kremlin aprovecha cualquier oportunidad para causar más sufrimiento”, señaló.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia aseguró que los ataques estuvieron dirigidos contra instalaciones militares y contra infraestructuras energéticas utilizadas por las Fuerzas Armadas de Ucrania, una explicación recurrente tras bombardeos en zonas urbanas.
La reunión entre Trump y Zelenski se da en medio de negociaciones complejas alrededor de un plan estadounidense de 20 puntos que propone congelar la línea del frente en las posiciones actuales, la creación de zonas desmilitarizadas en el este del país y eventuales retiros de tropas ucranianas en algunos sectores. Uno de los puntos más sensibles es la región del Donbás, especialmente Donetsk, donde Washington presiona a Kiev para abandonar parte del territorio que aún controla, una exigencia clave de Moscú.
El documento también plantea un control conjunto de la central nuclear de Zaporiyia —la mayor de Europa— entre Estados Unidos, Ucrania y Rusia. Zelenski ha reiterado que cualquier cesión territorial solo sería posible con la aprobación del pueblo ucraniano mediante referéndum.
El mandatario ucraniano aseguró, no obstante, que Kiev logró modificar aspectos de una versión previa del plan que favorecían a Rusia. Entre los cambios figura la eliminación de una cláusula que exigía renunciar explícitamente a la aspiración de ingresar a la OTAN y la exclusión del reconocimiento estadounidense de los territorios ocupados desde 2014, incluida Crimea.
Moscú rechazó la nueva propuesta y acusó a Ucrania de intentar sabotear las negociaciones. Rusia insiste en que la aspiración ucraniana a la OTAN es una línea roja y rechaza el despliegue de fuerzas internacionales de paz.
Desde Estados Unidos, Trump se refirió a las negociaciones en términos personales. “Él no tiene nada hasta que yo lo apruebe”, dijo sobre Zelenski en declaraciones a Politico, aunque afirmó esperar que las conversaciones avancen tanto con el líder ucraniano como con el presidente ruso, Vladimir Putin.
En paralelo, Ucrania enfrenta tensiones internas. La agencia anticorrupción NABU denunció que varios parlamentarios habrían recibido sobornos a cambio de votos y aseguró que fue impedida de realizar allanamientos por fuerzas de seguridad. El episodio se suma a un escándalo previo en el sector energético que derivó en la renuncia del entonces jefe de gabinete y principal negociador con Washington, Andrii Yermak.
Antes de llegar a Florida, Zelenski hará una escala en Canadá para reunirse con el primer ministro Mark Carney y sostener contactos con líderes europeos, en un intento por coordinar posiciones antes de una cita que podría marcar un punto de inflexión en el desarrollo de la guerra.









