La delegación de Colombia abandonó la sala de la Asamblea General de Naciones Unidas justo antes de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, iniciara su intervención, en un acto que el Gobierno calificó como una manifestación de rechazo a lo que considera un genocidio contra la población palestina en Gaza.
“Colombia se retira de la Asamblea General de Naciones Unidas de su salón en la intervención de Israel porque es un acto de rechazo al genocidio que se está acometiendo en Gaza. Es un acto diplomático, no violento, de manifestar nuestra inconformidad frente a la situación que debe parar ya”, declaró la canciller Rosa Yolanda Villavicencio.
La Cancillería explicó que la salida busca evitar legitimar un discurso que, según Bogotá, “justifica la guerra y la ocupación” en los territorios palestinos. “Es un acto de dignidad frente a las violaciones sistemáticas al derecho internacional y a los derechos humanos del pueblo palestino. Colombia no será cómplice del silencio. Estamos del lado de la paz, de la autodeterminación de los pueblos y de la justicia global”, agregó el comunicado oficial.
Colombia no fue la única en retirarse. Varias delegaciones de otros países también abandonaron el recinto, mientras algunos asistentes abuchearon al líder israelí, lo que obligó al moderador de la sesión a pedir orden en la sala.
El gobierno del presidente Gustavo Petro ha sido uno de los más críticos de la administración Netanyahu, a la que responsabiliza de una ofensiva militar en Gaza que, según organizaciones internacionales, ha dejado decenas de miles de muertos, numerosos desplazamientos forzados y una grave crisis humanitaria, incluida una hambruna documentada por la ONU.
Organizaciones no gubernamentales han denunciado además el asesinato de más de 170 periodistas palestinos en el desarrollo del conflicto, que se ha convertido en uno de los más peligrosos para la prensa en los últimos años, en medio de restricciones de acceso para los medios internacionales.