Un estudio de varias instituciones españolas ha determinado que la Covid-19 afecta a la salud ocular y que puede dejar secuelas en los ojos incluso diez meses después de sufrir la enfermedad.
La enfermedad, aunque se dé de forma leve, puede producir alteraciones en el tejido nervioso de la córnea y dolor ocular, consecuencias también asociadas al ojo seco, ha concluido la investigación del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (norte) y el Instituto de Neurociencias, en el que participan la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Alicante (este) y el Centro Superior de Investigaciones Científicas de España.
Alberto Barros, optometrista del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, ha explicado que las alteraciones morfológicas encontradas en córneas de pacientes con covid-19 “son similares a las encontradas en córneas diabéticas y con enfermedad de ojo seco”, en un estudio que asocia la infección por Sars-Cov-2 y la neuropatía de fibras pequeñas en la córnea.
“El dolor y la incomodidad concuerdan con los síntomas de estas enfermedades y se acompañan de pérdida funcional y alteración de la sensibilidad”, ha señalado el experto.
Por ello, los ojos se vuelven más sensibles a condiciones externas, como el aire acondicionado, y se produce sensación de arenilla o de pinchazo.
Los expertos han encontrado señales de que estas secuelas pueden ser de larga duración, ya que en los pacientes estudiados, los daños se mantenían tanto a los 3, como a los 6 y 10 meses después de haber pasado la enfermedad, e incluso en algunos casos empeoraban dichas alteraciones, lo que ha llevado a pensar a los investigaciones que esas variaciones se pueden mantener a lo largo del tiempo.
La investigadora de la UMH Juana Gallar ha afirmado que las secuelas que la covid-19 deja en las personas, tanto durante el transcurso de la enfermedad como después de superarla, han sido objeto de estudio desde que se conoce el virus.