Nuevos enfrentamientos se produjeron este viernes en medio de las manifestaciones en Lima y en otras regiones del país contra la presidenta Dina Boluarte, que no dan tregua pese a los 45 muertos que dejan desde su inicio en diciembre.
Los choques se concentraron en las regiones La Libertad (norte), Arequipa y Puno (sur), con bloqueos de carreteras y batallas campales entre los manifestantes, que lanzaban piedras con hondas, y la policía, que repelía con gases lacrimógenos.
En la región de Puno, una turba quemó la comisaría del distrito de Zepita e incendió un puesto aduanero en Desaguadero, en la frontera con Bolivia, informó la televisión local.
En Arequipa, segunda ciudad del país, decenas de pobladores intentaron por segundo día consecutivo de invadir la pista de aterrizaje del aeropuerto, cerrado y resguardado por fuerzas del orden desde el jueves.
En tanto, miles de manifestantes desfilaron desde la tarde por Lima coreando a viva voz: “¡Dina asesina!”,”¡Esta democracia no es una democracia!, ¡Dina el pueblo te repudia!”.
La movilización se desarrolló pacífica aunque entrada la noche hubo disturbios menores en el centro histórico de la capital.
Los disturbios se han cobrado 45 vidas -44 civiles y un policía- desde el 7 de diciembre, tras la destitución y detención del presidente de izquierda y de origen indígena Pedro Castillo, acusado de haber intentado un golpe de Estado al querer disolver el Congreso -controlado por la derecha- que estaba a punto de sacarlo del poder por presunta corrupción.
La suspensión de trenes a Machu Picchu dejó varados a 417 turistas entre ellos 300 extranjeros en el pueblo de Aguas Calientes, que se halla al pie de la montaña donde se levanta la famosa urbe incaica, según el gobierno.