Pablo Alvarado, co-director ejecutivo de la Red Nacional de Trabajadores (National Day Laborer Organizing Network), denunció que inmigrantes y trabajadores han sido víctimas de detenciones violentas y operativos irregulares durante las protestas que se han registrado en los últimos días en Los Ángeles.
“Las personas que están provocando no sabemos quiénes son. Nuestro llamado es porque nuestros trabajadores están siendo arrestados de forma violenta mientras solo buscan empleo para alimentar a sus familias”, señaló Alvarado.
El defensor de derechos humanos, nacido en El Salvador y una de las voces más influyentes en la lucha por los derechos de los inmigrantes en EE. UU., aseguró que la violencia más preocupante está siendo ejecutada por el propio Departamento de Seguridad Nacional.
Según Alvarado, agentes enmascarados y fuertemente armados están entrando a vecindarios latinos con vehículos blindados y, en algunos casos, “arrebatan a los niños de los brazos de sus madres”.
“No queremos que nadie salga lastimado, ni siquiera los oficiales que están cumpliendo órdenes. Queremos protestas pacíficas, y el 95 % lo han sido”, afirmó.
Alvarado también desmintió que los manifestantes sean activistas pagos y aseguró que se trata de ciudadanos estadounidenses que rechazan lo que está ocurriendo en el país. Precisó que los incidentes más graves de violencia se han concentrado en el centro de Los Ángeles.
Finalmente, se refirió a la decisión del Gobierno estadounidense de restringir el ingreso de venezolanos, una medida que afecta a una comunidad de más de un millón de personas en el país.
“Muchos venezolanos votaron por Trump creyendo que mejoraría la economía o que sacaría a Maduro del poder. Creyeron en eso”, comentó el líder migrante.
Las denuncias de Alvarado se dan en medio de un clima de creciente tensión en EE. UU., marcado por nuevas políticas migratorias y una creciente militarización en zonas con alta población inmigrante.