En una entrevista exclusiva que será publicada este domingo, el embajador (e) de Estados Unidos en Colombia, John McNamara, expresó su preocupación por el fortalecimiento de las relaciones económicas entre Bogotá y Pekín. El diplomático subrayó que, a diferencia del comercio con EE. UU., que se basa en valor agregado y principios democráticos, la relación con China puede generar desequilibrios estructurales e implicaciones políticas de largo alcance. “Nuestro comercio es de confianza, con reglas claras y respeto por los contratos”, señaló McNamara.
El funcionario destacó que Estados Unidos es el principal inversor en Colombia, con una participación 37 veces superior a la de China, y que absorbe el 40 % de las exportaciones agrícolas del país. En contraste, subrayó que el déficit comercial con el gigante asiático supera los 12 mil millones de dólares y criticó la baja calidad de algunas obras financiadas por ese país en la región, señalando casos documentados de corrupción y mala gestión, como la crisis energética en Ecuador atribuida a una hidroeléctrica fallida construida por empresas chinas.
McNamara insistió en que la decisión sobre el rumbo económico de Colombia pertenece a su gobierno y a su pueblo, pero advirtió que los socios no son todos iguales. “Estados Unidos es parte del mundo libre, donde el pueblo elige a sus gobernantes. China no comparte esos valores”, concluyó. Estas declaraciones se producen en medio de la reciente adhesión de Colombia a la iniciativa china de la Franja y la Ruta, que, aunque no vinculante, ha despertado inquietudes sobre un posible reordenamiento estratégico en la región.