El presidente francés, Emmanuel Macron, fue reelegido este domingo al obtener entre 15,2 y 16,4 puntos de diferencia sobre su rival, Marine Le Pen, en la segunda vuelta de las presidenciales, según coinciden cuatro proyecciones de voto.
Con el 97 % del voto escrutado, el liberal, de 44 años, consiguió el 57,41 % de los votos, con lo que vio como se evaporaba la mitad de la ventaja que hace cinco años le permitió ganar la Presidencia, lo que muestra las heridas abiertas en un país por un periodo marcado por las crisis, desde los “chalecos amarillos” a la pandemia.
Hace cinco años, el liberal Macron sacó a Le Pen una ventaja de diez millones de votos a Le Pen, renta que se ha reducido a la mitad en esta ocasión, según las proyecciones.
“Es una diferencia amplia”, señaló el ministro de sanidad, Olivier Véran, mientras que el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Clément Beaune, afirmó que se trata de “una victoria clara”.
Se trata de la primera reelección de un presidente desde la victoria de Jacques Chirac en 2002.
Consciente de esas máculas, Macron se mostró modesto en su discurso, pronunciado frente a la Torre Eiffel, a la que llegó de la mano de su esposa Brigitte y rodeado de un grupo de niños entre las notas del Himno a la Alegría, el mismo himno europeo que eligió hace cinco años frente al Museo de Louvre.
El presidente limitó la ceremoniosidad de 2017 y reconoció que el resultado de esa noche pone de manifiesto “un país lleno de dudas” y prometió trabajar para darles una respuesta.
Esta segunda vuelta de la elección presidencial se caracterizó por la baja participación, estimada por ahora en torno al 72 %, que sería la más baja en 53 años, desde los comicios de 1969.