Estados Unidos reiteró su postura de mano dura frente al gobierno de Nicolás Maduro y advirtió que mantendrá el bloqueo contra los petroleros sancionados que transporten crudo venezolano. Así lo afirmó el secretario de Estado, Marco Rubio, al señalar que “nada impedirá” la aplicación de las sanciones, en medio de una de las mayores tensiones bilaterales de las últimas décadas.
Durante una rueda de prensa en el Departamento de Estado, ofrecida en inglés y español, Rubio calificó como “intolerable” la relación actual entre Washington y Caracas. Indicó que las fuerzas estadounidenses desplegadas en el Caribe continuarán aplicando de forma estricta las leyes de sanciones, aunque evitó confirmar si se contemplan acciones militares de mayor alcance.
Las declaraciones se producen luego de que el gobierno venezolano anunciara el acompañamiento de buques petroleros con su Armada. Al respecto, Rubio precisó que, por ahora, las embarcaciones escoltadas no figuran en las listas de sanciones, pero advirtió que cualquier buque incluido en ellas será objeto de medidas sin excepción.
La presión aumentó tras el decomiso, la semana pasada, de un petrolero sancionado junto con su cargamento por parte de la administración del presidente Donald Trump. Posteriormente, Washington anunció el bloqueo a “todos los petroleros sancionados que entren y salgan de Venezuela”. Aunque el término ha generado inquietud en la región, el gobierno estadounidense aclaró que no se trata de un bloqueo naval general.
Rubio también se refirió al respaldo expresado por Rusia y China al gobierno de Maduro. Sobre Moscú, aseguró que su apoyo es previsible y limitado por su guerra en Ucrania. En cuanto a Pekín, recordó que China es el principal comprador del crudo venezolano, sin profundizar en posibles consecuencias diplomáticas.
En paralelo, el jefe de la diplomacia estadounidense reiteró que su país no firmará acuerdos con organizaciones dedicadas al narcotráfico y anunció que continuará una ofensiva reforzada contra las rutas de droga en el Caribe y el Pacífico.
El propio presidente Trump elevó el tono al afirmar en una entrevista con NBC que no descarta un escenario de guerra con Venezuela, aunque evitó precisar si su objetivo es derrocar a Maduro. Rubio, por su parte, no aclaró si Washington busca un cambio de régimen y se limitó a agradecer las propuestas de mediación planteadas por México y Brasil ante el aumento de la tensión bilateral.









