Durante los alegatos finales del juicio que se desarrolla en Nueva York contra el rapero y productor Sean Combs, conocido como Diddy, la fiscalía afirmó que el artista manipuló emocional y psicológicamente a sus exparejas para que participaran en actividades sexuales con terceros, sin su consentimiento pleno.
La fiscal adjunta Christy Slavik sostuvo ante el jurado que este caso no busca criminalizar prácticas sexuales atípicas, sino evidenciar un patrón de conducta coercitiva. “Cassie y Jane no deseaban tener sexo con prostitutos mientras Diddy miraba y se masturbaba”, subrayó Slavik en una sala colmada de público y medios.
De acuerdo con el testimonio de la mujer identificada como Jane, la fiscalía presentó tres episodios como prueba del presunto delito de tráfico sexual, entre ellos uno en el que Diddy habría engañado a la joven para asistir a una “noche de hotel” con trabajadores sexuales, pese a sus objeciones expresas.
Otro de los eventos narrados ocurrió tras mensajes enviados por Jane en los que manifestaba su rechazo a estos encuentros: “No soy un animal. No soy una estrella porno”, habría dicho. En un tercer episodio, en junio de 2024, el artista la habría agredido físicamente antes de forzarla a mantener relaciones sexuales con un trabajador del sexo, añadió la fiscal.
Además de los cargos por tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer el proxenetismo, la fiscalía señaló que Diddy lideraba una estructura delictiva con implicaciones en secuestros y sobornos.
El rapero no testificó en su defensa y, si es declarado culpable, podría enfrentar cadena perpetua. Se espera que este viernes la defensa presente su intervención final ante el jurado.