El gobierno de Grecia anunció este martes que suspenderá durante tres meses la revisión de solicitudes de asilo de migrantes que ingresen de forma irregular al país cruzando el mar Mediterráneo.
La medida fue confirmada por el primer ministro Kyriakos Mitsotakis durante una intervención en el Parlamento, donde justificó la decisión señalando que el país enfrenta una “situación de emergencia” debido al aumento de llegadas desde el norte de África, especialmente hacia la isla de Creta.
“La situación de emergencia requiere medidas de emergencia. Cualquier inmigrante que entre en el país ilegalmente será arrestado y detenido”, afirmó el mandatario.
La decisión ha generado preocupación entre organizaciones humanitarias y defensores de los derechos humanos, quienes advierten que podría vulnerar principios del derecho internacional y el estatuto de refugiados.
El gobierno griego no precisó qué ocurrirá con las personas que lleguen durante el periodo de suspensión, ni si serán deportadas, reubicadas o permanecerán detenidas mientras se define su situación migratoria.
