La Fiscalía de Noruega acusó este lunes a Marius Borg Høiby, hijo de la princesa Mette-Marit, de cuatro casos de violación, además de múltiples episodios de maltrato a exparejas y otros delitos que podrían derivar en una condena de hasta 10 años de cárcel.
Høiby, de 28 años, fruto de una relación anterior de Mette-Marit antes de casarse con el príncipe heredero Haakon, suma ahora 32 cargos en su contra, entre ellos agresiones violentas, daños, alteración del orden público y grabaciones íntimas realizadas a mujeres sin su consentimiento, informó el fiscal Sturla Henriksbø en Oslo.
“Se trata de actos muy graves que pueden dejar huella y destruir vidas. La pena máxima es de diez años de prisión”, advirtió el fiscal, quien subrayó que la relación del acusado con la familia real no incidirá en el proceso judicial.
La investigación, concluida en junio, recoge testimonios de más de una decena de víctimas, incluidas varias exparejas. El juicio está previsto para comenzar en enero de 2026.
Høiby, que ha sido detenido en tres ocasiones desde agosto de 2024, ha reconocido únicamente violencia contra una mujer y amenazas a un hombre, pero rechaza los cargos de violación. También admitió tener problemas de alcohol, drogas y salud mental.
La Casa Real noruega ha evitado pronunciarse ampliamente sobre el caso, aunque el príncipe Haakon calificó las imputaciones como “graves” y Mette-Marit reconoció que la familia pasó por un año “muy duro”, con apoyo de especialistas en salud.
Aunque no cumple funciones oficiales, Høiby mantiene vínculo cercano con su madre, sus hermanastros y los reyes Harald V y Sonia, lo que ha mantenido el caso en el centro de la atención mediática en Noruega.