El Caribe vuelve a ser escenario de tensión geopolítica. Con la llegada del buque de guerra USS Gravely a Trinidad y Tobago, Estados Unidos refuerza su presencia militar en aguas cercanas a Venezuela, generando preguntas sobre los verdaderos objetivos de Washington en la región.
Oficialmente, la operación se justifica como parte de la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, expertos políticos y analistas internacionales aseguran que la maniobra refleja también la creciente presión sobre Nicolás Maduro, cuyo futuro como presidente de Venezuela parece cada vez más incierto.
Durante el programa Club de Prensa de NTN24, la analista política Vanessa Vallejo y el periodista Iacopo Luzi coincidieron en que Maduro podría verse obligado a abandonar el poder, ya sea de forma voluntaria o ante una eventual intervención estadounidense. Sorprendentemente, ni Cuba ni China aparecen como posibles destinos de refugio.
La situación se complica aún más tras las declaraciones del senador republicano Lindsey Graham, quien afirmó que el presidente Donald Trump planea informar al Congreso sobre posibles operaciones militares futuras en Venezuela y Colombia, incluyendo ataques marítimos y terrestres, con el objetivo de evitar que ambos países sean usados como amenaza contra EE. UU.
Mientras tanto, la incertidumbre crece entre la comunidad internacional y la ciudadanía venezolana, que observa con preocupación los movimientos militares y políticos en la región, y las decisiones que podrían marcar el destino del país.
La pregunta que muchos se hacen ahora es: ¿a dónde podría realmente huir Maduro si decide abandonar el poder? El misterio sobre su posible destino refleja la compleja red de relaciones internacionales que rodea a Venezuela en estos momentos críticos.









