El ministro del Interior de Ecuador, John Reimberg, confirmó el ataque a la caravana del presidente Daniel Noboa durante una movilización, calificándolo como un “atentado cobarde contra la vida del presidente”. El ataque, que dejó cinco personas heridas, se registró en una movilización que superó el carácter de protesta social.
Reimberg desvinculó el ataque de las protestas por el subsidio al diésel, asegurando que se trató de un intento de desestabilización política orquestado por “unos cuantos que no pudieron llegar por la vía democrática al poder.” El ministro calificó la agresión directa contra el vehículo presidencial como “el golpe más bajo”.
El Gobierno ecuatoriano responsabiliza a “personas con intereses políticos y personales” y mencionó directamente a líderes como Marlon Vargas y Leonidas Iza, vinculados a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
El ministro acusó a estos dirigentes de “utilizar a los indígenas engañándolos” y de presionar a los manifestantes, obligando a cerrar negocios y amenazando con “cortar el derecho al agua” a quienes no participaran. Reimberg subrayó que gran parte del movimiento indígena no se ha sumado a las protestas.
Además, el funcionario señaló la participación de un partido político detrás de los hechos violentos, indicando que uno de sus líderes anunció públicamente su apoyo logístico (alimentos, servicios y abogados) para “alentar a que siga la violencia en el país”.