El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no descartó un eventual conflicto armado con Venezuela y afirmó que no se siente obligado a informar al Congreso para ejecutar posibles acciones militares contra ese país, en el marco de la ofensiva de su administración contra el régimen de Nicolás Maduro.
En una entrevista concedida a NBC News, el mandatario fue consultado directamente sobre si descartaba una guerra con Venezuela. “No lo descarto, no”, respondió Trump, al tiempo que advirtió que continuarán las incautaciones de petroleros vinculados al país sudamericano. “Depende. Si son lo suficientemente insensatos como para navegar, volverán a uno de nuestros puertos”, agregó.
En los últimos días, Washington ha intensificado la presión sobre Caracas. El pasado martes, la administración Trump ordenó un “bloqueo” a los petroleros sancionados que entran y salen de Venezuela y recientemente incautó un buque cerca de sus costas. Según Estados Unidos, estas operaciones están dirigidas contra embarcaciones relacionadas con el narcotráfico y acusa al gobierno venezolano de utilizar los ingresos petroleros para financiar lo que denomina “terrorismo de drogas”.
Al ser preguntado sobre si su objetivo final es derrocar a Nicolás Maduro, Trump evitó una respuesta directa. “Él sabe exactamente lo que quiero. Lo sabe mejor que nadie”, afirmó.
Un día después de la entrevista, el presidente endureció aún más su postura al asegurar que no necesita autorización del Congreso para lanzar ataques en territorio venezolano. “No me importaría, pero no tengo por qué decírselo”, declaró cuando se le preguntó si solicitaría el aval del Legislativo para una eventual intervención terrestre, según recogió la agencia AFP. Trump argumentó que teme filtraciones por parte de los congresistas: “Son políticos, y filtran como un colador”.
El mandatario ha amenazado en varias ocasiones con atacar suelo venezolano bajo el argumento de combatir a los carteles de la droga. En septiembre, fuerzas estadounidenses lanzaron una campaña de ataques contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico que, de acuerdo con cifras citadas por AFP, han dejado al menos 99 muertos.
La legalidad de estas operaciones ha sido cuestionada por la ONU, expertos independientes y organizaciones no gubernamentales. En el Congreso, tanto demócratas como algunos republicanos han advertido que el presidente carece de autoridad legal para ordenar ataques militares letales sin la aprobación del Legislativo.
“El presidente no ha demostrado la autoridad necesaria bajo la legislación estadounidense o internacional”, afirmó el congresista demócrata Gregory Meeks durante un debate reciente. No obstante, tanto la Cámara de Representantes como el Senado rechazaron esta semana iniciativas para regular o limitar este tipo de acciones.
La Casa Blanca sostiene que Trump actúa dentro de sus facultades como comandante en jefe, al considerar estas operaciones parte de un “conflicto armado” contra los carteles de la droga, que su administración ha clasificado como “organizaciones terroristas extranjeras”. Según la Constitución de Estados Unidos, aunque el presidente dirige las fuerzas armadas, solo el Congreso puede declarar formalmente la guerra.









