Documentos de inteligencia señalan al dirigente chavista como pieza clave en alianzas entre el Cartel de los Soles, el ELN y sectores de las Fuerzas Armadas de Venezuela.
Un informe internacional de inteligencia advierte que el ELN se ha convertido en un “proxy estratégico del gobierno venezolano”, bajo la dirección de Nicolás Maduro y, de forma especial, de Diosdado Cabello, quien controlaría el Cartel de los Soles. Según el documento, este cartel utiliza al ELN como brazo armado para “proteger y expandir sus actividades ilícitas, en particular el narcotráfico y el contrabando de oro”.
El documento conocido en exclusiva por este medio señala que el respaldo directo de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB) es determinante en esta alianza: “La FANB funciona como principal proveedor de armamento, logística y suministros para el ELN, además de participar en operaciones conjuntas de control territorial en la frontera colombo-venezolana”. Este apoyo incluye mandos militares de la Región de Estratégica de Defensa Integral (REDI) Marítima e Insular y de la REDI Guayana, que han sido identificados como articuladores clave de la red criminal.
El informe describe a Venezuela como “un puente estratégico para el tráfico internacional de cocaína”. Los cargamentos salen de puertos como La Guaira y Puerto Cabello hacia África Occidental y, desde allí, a Europa. En este engranaje, Hezbolá cumple un papel esencial: “Hezbolá facilita la logística y el transporte mediante empresas fachada iraníes y vuelos de la aerolínea Mahan Air, que sirven para lavar dinero y mover cargamentos entre Venezuela, África y Medio Oriente”.
Las alianzas no se limitan a Medio Oriente. El Cartel de los Soles, destaca el documento, mantiene nexos con los principales carteles brasileños. “El Primer Comando Capital (PCC) y el Comando Vermelho garantizan rutas terrestres y marítimas que conectan a Venezuela con Brasil y puertos internacionales, fortaleciendo la posición global del cartel”, se lee en el documento.
Uno de los episodios más graves ocurrió en el Catatumbo, donde el ELN y la Estructura 33 de las disidencias de las Farc, entraron en guerra tras un cargamento de droga desviado. El informe asegura que “Diosdado Cabello intervino personalmente en la crisis, viajando al estado Táchira para dirigir reuniones estratégicas con altos mandos de la FANB”. Desde allí, habría coordinado el despliegue de 100 efectivos venezolanos en apoyo al ELN. Las incursiones dejaron “al menos 80 muertos y miles de desplazados”, consolidando el dominio del cartel en la frontera.
El documento también revela el peso político de Cabello dentro del chavismo. En medio de negociaciones pasadas, Nicolás Maduro habría considerado dejar el poder; sin embargo, “Cabello lo presionó para permanecer, con el objetivo de proteger secretos sensibles del régimen y salvaguardar los intereses del Cartel de los Soles”. Para lograrlo, se apoyó en el control de las FANB y de la inteligencia venezolana.
El informe de inteligencia advierte que la supervisión directa de Cabello en operaciones militares y criminales demostraría la integración entre Estado y crimen organizado en Venezuela. “El ELN, con respaldo venezolano, se ha convertido en pieza clave de un esquema transnacional que amenaza la seguridad regional”, señala.