El régimen de Venezuela aseguró haber capturado a un supuesto agente de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), acusado de operar clandestinamente en el país. Así lo anunció el ministro del Interior, Diosdado Cabello, en su programa de televisión transmitido este miércoles, sin ofrecer mayores detalles sobre la operación.
Según Cabello, el agente estadounidense se encontraba “infiltrado” en territorio venezolano y se hacía pasar por miembro de la Policía Nacional Bolivariana. Afirmó que su presencia estaba relacionada con la llamada operación “Falsa bandera”, la cual, según sus palabras, tenía como objetivo “secuestrar” a un mayor de la Fuerza Aérea venezolana para incriminarlo en actividades de narcotráfico.
“El plan era vincular a un militar venezolano con el tráfico de drogas para después justificar acciones internacionales contra nuestro país”, dijo Cabello, uno de los principales voceros del régimen de Nicolás Maduro.
Hasta el momento, no se ha revelado la identidad del supuesto agente ni se ha presentado evidencia pública sobre el caso. Tampoco ha habido una reacción oficial por parte del gobierno de Estados Unidos.
Este nuevo episodio ocurre en medio de una creciente tensión entre Caracas y Washington, que ha intensificado su presión diplomática y sanciones económicas contra el régimen venezolano. La detención del presunto agente de la DEA podría escalar aún más las fricciones entre ambos países, especialmente si se comprueba la participación de agentes extranjeros en operaciones encubiertas.
Organizaciones de derechos humanos y analistas internacionales han advertido sobre la opacidad de este tipo de denuncias en Venezuela, y señalan que podrían utilizarse como mecanismo de propaganda o represión interna.
Se espera que en los próximos días haya mayor claridad sobre el caso, mientras crece la expectativa por una posible respuesta de Washington.