Rusia expresó este viernes su preocupación por el posible impacto regional de la nueva operación militar anunciada por Estados Unidos en Latinoamérica y pidió que no se adopten medidas que puedan desestabilizar a Venezuela y al Caribe.
El pronunciamiento surge después de que el Pentágono confirmara el lanzamiento de Southern Spear (Lanza del Sur), una operación contra el narcotráfico que coincide con un fuerte despliegue militar estadounidense en el sur del Caribe.
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, aseguró que Moscú confía en que Washington actúe conforme al derecho internacional. “Esperamos que no se tomen acciones que desestabilicen la situación en la región del Caribe y en torno a Venezuela”, afirmó.
El anuncio del Pentágono se produjo tras la llegada del portaaviones USS Gerald Ford, el más grande de EE.UU., que se suma a destructores y buques anfibios desplegados desde agosto. Al mismo tiempo, Estados Unidos ha intensificado acciones contra embarcaciones que considera vinculadas al transporte de fentanilo, operaciones en las que han muerto cerca de 70 personas, según reportes oficiales.
La Casa Blanca mantiene una postura crítica frente al presidente venezolano Nicolás Maduro, a quien califica como “ilegítimo”.
En respuesta, Rusia y Venezuela avanzan en la implementación de su Acuerdo de Asociación Estratégica y Cooperación, que entró en vigor esta semana y profundiza la colaboración política, económica y de seguridad entre ambos países. Aunque no se conocen todos sus detalles, Moscú negó que Caracas haya solicitado asistencia militar directa frente a las tensiones con EE.UU.
El presidente Maduro afirmó recientemente que la cooperación militar con Rusia “avanza” y seguirá fortaleciéndose, mientras medios internacionales señalan que Venezuela habría pedido apoyo para mejorar sus defensas aéreas y modernizar equipos militares.









