El Senado de Estados Unidos aprobó este martes el plan fiscal y presupuestario del presidente Donald Trump con una ajustada mayoría de 51-50, gracias al voto de desempate del vicepresidente JD Vance, tras más de 24 horas de intenso debate.
El proyecto, bautizado por Trump como “el gran y hermoso proyecto de ley”, ahora regresa a la Cámara de Representantes para su revisión y votación final, con el objetivo de remitirlo al mandatario antes del 4 de julio para su firma.
Tres senadores republicanos se opusieron al plan, reflejando divisiones internas en el partido, mientras que todos los demócratas y tres independientes también votaron en contra. El plan busca extender los recortes presupuestarios del primer mandato de Trump, aumentar los fondos para defensa y control migratorio, e imponer mayores restricciones al gasto público.
La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estimó que esta versión añadiría 3,3 billones de dólares a la deuda pública en la próxima década, cifra superior a los 2,4 billones de dólares previstos en la versión aprobada por la Cámara Baja el pasado 22 de mayo.
El incremento del déficit fiscal sigue siendo uno de los principales puntos de discordia entre el ala conservadora republicana, lo que podría complicar su aprobación final en la Cámara Baja en los próximos días.