El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que su gobierno trabaja en un “verdadero fin” del conflicto entre Israel e Irán, en medio de una creciente escalada militar y un éxodo masivo de civiles desde Teherán, donde miles huyen ante el temor de nuevos ataques aéreos.
Desde el avión presidencial, Trump aseguró que no se trata de buscar un alto el fuego temporal, sino de poner fin de manera definitiva a la amenaza iraní: “Irán no puede tener un arma nuclear. Es muy sencillo”, declaró.
Aunque la Casa Blanca reiteró que EE. UU. no participará directamente en los ataques israelíes, el envío de más destructores y portaaviones a la región refuerza la postura de defensa estadounidense, con analistas que no descartan una posible intervención.
Israel, por su parte, ha intensificado los bombardeos en ciudades clave de Irán y ha ordenado evacuar zonas del norte de Teherán. La ofensiva ha dejado más de 200 muertos y cientos de edificios destruidos, según cifras oficiales, mientras se reportan restricciones al servicio de Internet y escasez de combustible en las principales rutas de salida.
Con una población aterrorizada y la presión internacional en aumento, el mundo espera si las promesas de Trump se traducen en una solución concreta o en una nueva fase del conflicto.