Cuando el sol comenzaba a despedirse del cielo romano, una nueva historia comenzó a escribirse desde el corazón de la cristiandad.
En el balcón de la Basílica de San Pedro, apareció el rostro sereno y conmovido del Papa León XIV, quien ofreció al mundo sus primeras palabras como sucesor de Pedro:
“La paz sea con todos ustedes”.
Más de 40 mil personas, reunidas en la plaza, guardaron silencio. Luego vino el eco cálido de una voz que, aunque firme, dejaba entrever la emoción de quien carga ahora sobre sus hombros la responsabilidad de guiar a la Iglesia Católica:
“Esta es la paz del Cristo resucitado… una paz desarmada, desarmante, perseverante. Proviene de un Dios que nos ama a todos, sin condiciones”.
El nuevo pontífice, Robert Francis Prevost, misionero agustino y exobispo de Chiclayo (Perú), se convierte en el primer Papa estadounidense de la historia. A sus 69 años, toma el nombre de León XIV y se convierte en el Papa número 267, sucediendo a Francisco, quien falleció el pasado 21 de abril tras un pontificado transformador de 12 años.
El nuevo líder espiritual, profundamente marcado por su misión en América Latina, no olvidó a su “querida diócesis de Chiclayo”, a la que envió un saludo especial en español:
“Un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado todo para seguir siendo Iglesia fiel a Jesucristo”.
León XIV llega en un momento simbólico: en pleno Jubileo o Año Santo convocado por Francisco, que se extenderá hasta enero de 2026. Asume el timón de una Iglesia que busca renovación y unidad, con una misión clara: sembrar paz en tiempos de agitación global.
“Dios nos quiere mucho, el mal no prevalecerá”, sentenció desde el balcón, como quien planta una esperanza frente a los miedos del mundo.
León XIV es, como él mismo se definió, “un hijo de San Agustín”, y con esa herencia espiritual pidió caminar juntos “hacia esa patria que Dios nos ha preparado”. Su pontificado arranca con una promesa que resuena con fuerza: ser un faro de paz y compasión en medio de un mundo que clama por ambos.
El nuevo líder de la Iglesia Católica, León XIV, no solo es el primer papa estadounidense de la historia, sino también el primero con raíces latinoamericanas. Su nombre de nacimiento es Robert Francis Prevost Martínez, y su origen materno lo conecta directamente con Sudamérica,… pic.twitter.com/wcL41ZSy2T
— Jean-Pierre Serna (@jpserna) May 8, 2025