El ministro de Igualdad, Juan Carlos Florián, fue duramente cuestionado por su actitud frente a la prensa al ser consultado sobre la designación de Juliana Guerrero como viceministra de la Juventud. Su silencio y evasivas fueron calificados como “repelentes” e “indiferentes”.
Durante un encuentro con periodistas, Florián rehusó responder preguntas y, ante la insistencia, se limitó a decir que “no iba a hablar del tema”. La postura del ministro generó incomodidad y fue interpretada como una falta de transparencia en un asunto que ha levantado controversia en la opinión pública.
El silencio del funcionario ha intensificado el debate sobre la idoneidad de Guerrero y la gestión del Ministerio de Igualdad, al tiempo que plantea dudas sobre la capacidad de Florián para manejar la comunicación y ejercer rendición de cuentas.