El Consejo Nacional Electoral (CNE) avaló la creación de un partido único del Pacto Histórico, conformado por el Polo Democrático, la Unión Patriótica (UP) y el Partido Comunista. Sin embargo, dejó por fuera a Colombia Humana, colectividad del presidente Gustavo Petro, así como a Progresistas y la Minga Indígena, que no cumplieron los requisitos para integrarse al proceso de fusión.
La decisión, adoptada el martes, condiciona además que los partidos aceptados resuelvan antes del 8 de noviembre los procesos administrativos y sancionatorios que enfrentan, o de lo contrario la unión quedaría en riesgo.
Con este fallo, la consulta interna de la izquierda prevista para el 26 de octubre entra en un escenario de incertidumbre. Sin Colombia Humana, quedan en el aire las candidaturas de figuras como Gustavo Bolívar, Susana Muhamad y María José Pizarro, entre otros, y se dificulta la estrategia de presentar listas conjuntas al Congreso en 2026.
El CNE argumentó que Colombia Humana no cumplió con el quórum interno necesario para aprobar la fusión, mientras que Progresistas y la Minga no tienen personería jurídica, requisito indispensable para el trámite.
Ante esta coyuntura, el Pacto Histórico estudia varios caminos: interponer recursos de reposición ante el mismo CNE, acudir al Consejo de Estado o incluso elevar medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. También se contempla subsanar en noviembre los vicios de la fusión de Colombia Humana o avanzar en una lista de coalición que incluya a Progresistas.
La decisión generó tensiones entre los precandidatos. Gustavo Bolívar denunció en Blu Radio que Daniel Quintero estaría negociando con sectores de la política tradicional para influir en la consulta, mientras que la senadora Gloria Flórez, presidenta de Colombia Humana, reafirmó que insistirán en un mecanismo democrático para definir listas y candidaturas.
Por su parte, Pizarro sostuvo que el fallo afecta directamente su aspiración presidencial y denunció que existen “intereses oscuros” que buscan excluirla de la contienda. Quintero, en contraste, planteó reemplazar la consulta interna por una interpartidista el mismo 26 de octubre, con el fin de mantener la unidad.
Entre tanto, el panorama electoral de la izquierda queda marcado por la fragmentación y la incertidumbre sobre cómo resolverán sus candidaturas presidenciales y legislativas de cara a 2026.