El panorama electoral del Centro Democrático sigue en movimiento tras el asesinato del senador Miguel Uribe. En los pasillos del partido ha comenzado a tomar fuerza la posibilidad de que su padre, Miguel Uribe Londoño, sea considerado por el expresidente Álvaro Uribe como una de las cartas más fuertes de cara a las presidenciales del 2026.
El expresidente estaría inconforme con la actuación de María Fernanda Cabal, quien, un día después del crimen del congresista, convocó a una rueda de prensa sin consultarle, en la que planteó cerrar la puerta a aspirantes que no fueran del Centro Democrático. Esa decisión generó molestia y ha hecho que dentro del partido varios congresistas perciban su candidatura como más problemática que estratégica para la consolidación de la derecha.
Aunque Cabal ha trabajado con disciplina dentro de la colectividad, en la bancada no ven su aspiración como la mejor opción para recuperar el poder. En contraste, se estudia también el nombre de Juan Carlos Pinzón, aunque su eventual inclusión representaría, según sectores internos, un incumplimiento de las reglas establecidas por el propio expresidente Uribe para definir el mecanismo de selección del candidato.
De esta manera, el uribismo analiza nuevas alternativas, y el nombre de Miguel Uribe Londoño comienza a figurar en el sonajero como un eventual aspirante que podría reunir apoyos y capitalizar el legado político de su hijo.