En el aniversario de la Constitución Política de 1991, la Corte Constitucional y la Alcaldía de Bogotá enviaron un claro mensaje al presidente Gustavo Petro, quien ha manifestado su intención de modificar la Carta Magna pese a que en campaña prometió no hacerlo.
Durante la conmemoración, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, subrayó que “un mandato popular no equivale a saltarse las reglas” y advirtió que, aunque el pueblo elige a los gobernantes, estos no son el pueblo y deben respetar la institucionalidad y los procesos establecidos por la Constitución.
“Que el pueblo vote por unas propuestas no implica que unas reformas puedan imponerse, eliminando su discusión en el Congreso o en el Concejo”, enfatizó Galán.
Por su parte, el presidente de la Corte Constitucional, Jorge Enrique Ibáñez Najar, destacó que la Constituyente de 1991 no fue un proceso personalista ni un pacto entre élites, sino un escenario de diversidad de voces y construcción colectiva para garantizar un nuevo pacto nacional.
Las declaraciones se dan en medio de las intenciones del presidente Petro de convocar a las urnas en marzo de 2026 para que los colombianos decidan sobre un eventual cambio constitucional, pese al rechazo de diversos sectores políticos e institucionales.
Este rechazo se suma a otros problemas recientes enfrentados por el mandatario, como la orden de captura contra Carlos Ramón González, exdirector del Dapre, la renuncia de Laura Sarabia, exjefa de gabinete y excanciller, y las tensiones diplomáticas con Estados Unidos por declaraciones recientes de Petro y la negativa a extraditar criminales solicitados por ese país.
Así, en menos de 24 horas, el Gobierno enfrenta lo que analistas han calificado como otro “viernes negro” para Petro, con una institucionalidad que cierra filas en defensa de la Constitución de 1991 frente a sus planes de Constituyente.