El embajador de Colombia en Brasil, Guillermo Rivera Flórez, presentó su carta de renuncia irrevocable al cargo diplomático que venía desempeñando desde septiembre de 2022. La dimisión será efectiva a partir del próximo 31 de julio.
Rivera, quien fue designado por el presidente Gustavo Petro y ha tenido una trayectoria política en el liberalismo, se suma así a la ola de salidas en el alto gobierno tras la renuncia de Laura Sarabia al Ministerio de Relaciones Exteriores. Aunque el embajador no detalló públicamente los motivos de su decisión, su dimisión se interpreta como un gesto de distancia frente a los recientes cambios en la dirección de la política exterior.
La salida de Sarabia ha generado reacomodos dentro del cuerpo diplomático colombiano, particularmente entre quienes fueron nombrados bajo su coordinación o mantenían cercanías con el equipo original del gobierno. Rivera, además, fue uno de los pocos diplomáticos que mantenía una interlocución fluida con sectores moderados del Congreso brasileño.
En su carta dirigida al presidente Petro, el embajador expresó agradecimientos institucionales y personales, reiterando su “compromiso con los valores democráticos y el interés nacional”, sin hacer referencia directa al contexto político actual.
Con esta renuncia, el Gobierno deberá designar un nuevo jefe de misión en Brasil, país clave en la agenda regional y con peso decisivo en temas como la Amazonía, la integración energética y la cooperación Sur-Sur.