A un año de la primera vuelta presidencial en Colombia, el tablero político aún está en pleno movimiento. Más de 30 precandidatos han empezado a jugar sus fichas, pero los datos no arrojan un claro favorito. Es así como on base en ocho encuestas de firmas como Guarumo, CNC e Invamer, presentó un promedio ponderado que muestra una carrera abierta, con una sorpresa: el voto en blanco y los indecisos siguen marcando la pauta.
Bolívar, en ascenso constante
El exsenador Gustavo Bolívar lidera el ranking con una intención de voto del 11,7 %, tras mostrar crecimiento sostenido desde enero. Renunció recientemente al Departamento de Prosperidad Social, en medio de denuncias por presunto uso propagandístico de la entidad, para lanzarse de lleno a la contienda.
A pesar del impulso, Bolívar carga con un escepticismo interno: el propio presidente Petro, su aliado político, considera que su perfil radical podría hacerlo perder en una eventual elección general, aunque ganaría en una consulta de izquierda.
Dávila y Fajardo: fuerte arranque, pero estancamiento
Vicky Dávila y Sergio Fajardo siguen como figuras visibles, con más del 10 % de intención de voto. Sin embargo, sus números no crecen. Dávila, con una fuerte inversión en redes sociales (más de $200 millones), cayó del 13,7 % al 11,3 %. Fajardo, por su parte, arrancó como líder en diciembre con el mismo 13,7 %, pero hoy figura con 11,1 %.
Ambos enfrentan el desafío de traducir su reconocimiento en crecimiento sostenido. Para Lemoine, de CNC, Dávila “ya no es la estrella en el cielo”, y Fajardo, aunque estable, “no sorprende”.
Centro Democrático: dos caminos, mismo resultado
María Fernanda Cabal y Miguel Uribe tienen el mismo puntaje: 4,4 %. Cabal va en caída desde noviembre, cuando superaba el 6 %. Uribe ha subido levemente gracias a una estrategia intensa de eventos y redes, pero no ha logrado despegar. Ambos compiten por el mismo nicho, y eso podría debilitarlos aún más.
Vargas Lleras resurge, Claudia López se desinfla
Germán Vargas Lleras, sin oficializar su candidatura, logró subir al 6 %. Su estrategia digital ha sido efectiva y vuelve a sonar como opción competitiva, aunque sus problemas de salud podrían afectar su proyección.
En cambio, Claudia López perdió casi la mitad del apoyo que tenía hace cinco meses. De estar en el 10,6 % en noviembre de 2024, hoy cae al 5,6 %, golpeada por críticas desde todo el espectro político, incluso del centro.
Indecisos y voto en blanco, los verdaderos punteros
La mayor intención de voto, en promedio, la tienen quienes no quieren votar por ninguno o están indecisos: un 14,7 % los ubica por encima de cualquier candidato. En la última encuesta, esa cifra subió al 15,6 %. Es decir, la apatía y el desencanto político siguen siendo el rival a vencer.
Con un escenario así, el camino hacia el 2026 será impredecible. Los favoritos de hoy podrían desinflarse mañana, y los movimientos estratégicos —como alianzas, renuncias o rupturas internas— marcarán el ritmo de una campaña donde nada está escrito.