El proceso para escoger al candidato único del Centro Democrático volvió a generar tensiones. Aunque el partido había acordado realizar una encuesta internacional con la firma Atlas Intel para definir al aspirante el 28 de noviembre, surgieron nuevas dudas entre los precandidatos.
Según trascendió, el precandidato Miguel Uribe Londoño planteó la necesidad de cambiar las reglas del proceso y no dejar la elección en manos de una sola encuestadora. Su propuesta consiste en contratar al menos tres firmas y ponderar los resultados, con el fin de garantizar mayor transparencia y reducir posibles márgenes de error.
Atlas Intel —firma brasileña— venía siendo respaldada por las precandidatas María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Paola Holguín. Sin embargo, Uribe Londoño expresó reparos luego de una reunión con la encuestadora y por la posibilidad de que el sondeo fuera únicamente virtual.
Desde su campaña argumentan que una encuesta digital no sería representativa, especialmente en zonas rurales donde muchos votantes no tienen acceso frecuente a internet o teléfonos inteligentes. También advierten sobre presuntos riesgos de auditoría y eventuales interferencias externas.
El sector que respalda el cambio insiste en que el proceso debe ser “presencial, puerta a puerta”, y con varias firmas para evitar que exista “un único árbitro”.
La decisión final sobre el mecanismo se adoptará esta semana, pero el debate volvió a encender las alertas sobre las garantías internas del proceso para escoger al candidato del uribismo.




